Educando sin castigos...
Habréis observado que la mayoría de los niños son felices cuando agradan a quiénes les importan, y una sola palabra de aprobación de esas personas que tienen como referencia (sus padres en la mayoría de casos) les da la seguridad que necesitan para continuar ya sea con una labor nueva o difícil como con una actitud o comportamiento que los padres indican como correcto. Nos damos cuenta de que a veces no es necesario regañar o castigar los comportamientos de nuestros hijos que nos desagradan ya que nuestra propia indiferencia es para el niño un castigo en sí, lo que espera y más valora no es otra cosa que nuestra atención y nuestra aprobación.
En ocasiones es
suficiente con unas palabras como“bien hecho” o “eres un campeón”, un
cariño, o algo de atención extra; pero qué pasa cuándo merecen algo mejor, cuándo queremos remarcar lo que han hecho, ¿cómo premiar entonces? Lo que no queremos es estar haciendo
regalos materiales a todas horas, o premiar con golosinas que de sobra sabemos
que no son buenas para su salud. Pues bien, aquí va una idea de premio que
utilizan en los colegios y yo la adapté en mi familia hasta crear nuestra propia constelación:
Primero hay que conseguir
unas estrellas de plástico que atrapan la luz y cuando la apagas se quedan un
buen rato “encendidas”, brillando en la oscuridad, las hay de distintos tamaños y colores. Las puedes encontrar
en jugueterías, papelerías, tiendas de los chinos, etc. Son pequeñitas y se pueden pegar fácilmente a
la pared con productos como blue tak o similares (para poder despegarlas,
cambiarlas de sitio cuando queramos y no agujerear las paredes).
El premio consiste en que cada vez que el niño hace alguna cosa que nos agrada se le promete poner una de aquellas estrellas en
la pared de su cuarto (si fuera en el techo sería genial pero os daría mucho
más trabajo), la estrella se encenderá cuando apaguemos la luz para ir a dormir
lo que también es un aliciente para mandarlos a la cama, ¡estarán deseando que
apaguemos la luz! Si la casa es pequeña nos puede valer como firmamento la puerta
de un armario, o incluso la ventana. Si se portan muy bien, que seguro que sí, con
el tiempo tendrán una preciosa constelación de estrellas en su habitación y
cada noche las estrellas se quedarán iluminadas un ratito, quedan
preciosas y seguro que les entusiasma la idea. También existen otras versiones del juguete pero en forma de planetas, dragones, ositos,... así se puede variar según los gustos.
Podemos además convertir esta actividad
educativa en creativa dándole al pequeño la opción de elegir el lugar donde cada
día quiere colgar su estrella. Así son ellos los creadores de su constelación,
te sorprenderá ver cómo es capaz de ordenarla y ¡qué diferente es su gusto del
tuyo!Os animo a crear un cielo estrellado en vuestras casa, decorará el cuarto de los más pequeños y vosotros también lo disfrutaréis. Además os ahorrará muchos otros premios materiales que al final solo sirven para llenar la casa de trastos y malcriar un poquito a nuestros hijos.
Si quieres más información sobre premios y castigos puedes visitar la web de esta mamá sicóloga:
Muy buena idea :)
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