jueves, 7 de marzo de 2013

¿Mi niño se aburre?

Tiempo de jugar

Practicar algún deporte, aprender idiomas, clases de música, danza, o instrumentos,… además de largas jornadas en la escuela; por no hablar de los deberes... ¿Le queda a tu hijo tiempo para jugar? Los padres de hoy sabemos que la infancia es el gran momento para iniciar a nuestros hijos en todo aquello que creemos interesante para su desarrollo, pero te has planteado si en ocasiones ¿son nuestras propias frustraciones las que nos llevan a apuntarlos a tal academia, o a aprender un instrumento musical, o aquel idioma que nosotros nunca hemos llegado a dominar?

¿saben estos muñecos leer la partitura?
Y con tanto ir y venir, tanta actividad, ¿les queda tiempo para aburrirse? ¿son capaces de inventar a qué van a jugar? El juego inventado por ellos sin la intervención de un adulto es el llamado “juego libre”, y es de una importancia vital en su desarrollo: les enseña a interactuar con otros, estimula la inteligencia, la creatividad, la sensibilidad, el lenguaje ¡y tantas otras cosas! ¿De qué nos sirve saber tocar un instrumento si no tenemos sensibilidad? ¿de qué sirve hablar idiomas si no sabemos comunicar? Así que cuando el niño me diga:
-¡Me aburro!
- ¡Qué bien! Piensa a ver a qué juegas…- le pienso contestar tan contenta. Eso hacía mi madre, en lugar de buscar corriendo algo interesante para hacer juntos...


El juego libre es aquel en el que el niño elige a qué juega, por cuánto tiempo y con quién, utilizando la imaginación para crear juegos nuevos o variar los existentes. Es muy beneficioso que pueda compartir su juego con otros niños al salir de clase, y también los juegos en el exterior. Se pueden distinguir tres tipos básicos de juego con beneficios particulares:
       -   El juego de reglas: Gracias a él aprenden a esperar y les entrena para la aceptación de límites.
        -  El juego simbólico (jugar a papás y mamás, a médicos…): Les ayuda a superar conflictos emocionales como los celos, la ausencia de la madre, etc. , y les entrena para situaciones inesperadas, poniéndose “en el lugar de” sin tener que asumir las verdaderas responsabilidades de la realidad.
         - El juego en exterior: Ayuda a resolver tensiones, a liberarse de ellas y a interactuar con otros.

Más información sobre los beneficios del juego libre en: http://www.ellapicero.net/node/2930

Te recomiendo también ver el programa titulado Videojuegos que curan , la profesora de mi hija nos lo puso en nuestra última reunión de padres, te abrirá los ojos en muchos aspectos. 
No se si te quedarás igual de perplejo que yo al descubrir en el programa que hay un Centro de estimulación infantil en Barcelona donde enseñan a jugar a nuestros hijos ¿Cómo es posible que les enseñemos idiomas, música, a leer y escribir desde los 3 años, y no sepan jugar?  ¿no es el juego la esencia de la infancia?

Padres y madres del mundo: ¡No podemos pemitir que nuestros hij@s no sepan jugar!

Así que hoy os propongo un plan nuevo para esta misma tarde: que les dejemos a nuestros hijos jugar libremente, y si no saben... ¡algo estamos haciendo mal! ¿No os parece? Quizá habría que pensar en "desapuntarlos" de actividades extraescolares, llevarlos más al parque, invitar a amiguitos a casa,... esas cosas que hacíamos cuando éramos pequeños.

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